SI CULO VEO, CULO QUIERO

La envidia es algo inherente a la condición humana. Y en la sociedad consumista en la que nos movemos, mucho más. Esto no tiene por qué ser malo, siempre y cuando se lleve con moderación, sea sano, fomente el progreso y la mejora de nuestra calidad de vida… El problema llega cuando pasa a ser patológico.

En el día a día, la envidia puede generar situaciones conflictivas; pero cuando este pecado capital surge en el mundo del espectáculo, el esperpento televisivo puede ser francamente risible. Hoy vamos a mostrar un fenómeno que, si bien se viene dando desde hace ya varios años, se ha agudizado durante este julio que ya expira: el del espectador que puede ver el mismo formato de programa en varias cadenas diferentes.

Dejando de lado (de momento) los realities, los concursos para buscar talentos desconocidos o, más recientemente, los que consisten en escuchar una canción y seguir la letra (es increíble que algo tan simple despierte el afán de tres televisiones, A-3, T5 y TVE), nos vamos a centrar en un solo programa.

Efectivamente, el fenómeno más espectacular que se está viviendo de nuevo en la televisión española es el del Pressing Catch o Wrestling. Ya en los noventa, de la mano de Telecinco, pudimos disfrutar de forzudos pegándose leches por doquier: Hulk Hogan, El Último Guerrero, El Enterrador… Pues bien, todas aquellas glorias están ahora dispersas. El Enterrador es el único que, tras más de dos décadas en activo, sigue luchando encima del ring, y permanece fiel a la empresa WWE.

La WWE es el espectáculo mundialmente más conocido de wrestling, el más rimbombante y el que tradicionalmente se ha visto aquí en España, primero con Telecinco y, desde hace unos años (gracias al Cielo), a través de Cuatro. Todos los fines de semana, a las 13:15 y a las 15:20, podemos ver a Batista, Rey Misterio o Gran Khali dándose de lo lindo.

Y por mucho que nos repita la conciencia que es todo mentira, nosotros nos seguimos flipando. Por cierto, la foto superior izquierda del mural anterior corresponde a la WWE.

Cuatro ha alcanzado un éxito tremendo con el retorno del Pressing Catch, por lo que la envidia empezó a acechar en cualquier esquina. Por eso el resto de televisiones se han puesto manos a la obra. Sólo que en vez de devanarse los sesos buscando nuevas ideas que inventar o comprar, han decidido adquirir el mismo producto pero con otro nombre.

Pero claro, otro nombre conlleva otra reputación, otra historia…, en fin, peor calidad. Con la curiosidad de que las dos cadenas “envidiosas”, Antena 3 y La Sexta, han decidido copiar a Cuatro el mismo mes del mismo año (julio de 2008).

La primera fue Antena 3, que empezó a emitir el TNA los sábados y domingos antes de los Simpson. La principal diferencia con la WWE es que el ring, en este caso, es hexagonal. Además, los luchadores se hacen más daño, hay más sangre (no mucha, tranquilos) y más riesgo. Aunque, por otro lado, mucha pirueta y objetitos, pero a veces sí que se nota demasiado que golpean al aire.

Viendo esto uno se explica por qué la WWE es mejor, además de porque tiene los luchadores más carismáticos y estos son más payasetes (algunos llevan vestidos estrambóticos, como los del video de abajo). Bueno, y la escenografía, que es la piedra angular de la WWE.

Algunos de los personajes que “cayeron” de la WWE al TNA son Kurt Angle y Booker-T (antes conocido por Rey Booker). Pero la audiencia no perdona, y ahora sólo lo echan por NEOX. Por cierto, la foto inferior derecha del mural anterior es de TNA.

Los que tampoco han perdido el tiempo han sido los de La Sexta. La por muchos considerada como la cadena favorecida por el Gobierno, especialista en arriesgarse con nuevas producciones/adquisiciones (con el éxito o el fracaso que eso conlleva), decidió apuntarse al carro de las tortas entre cuerdas con Power Catch-NWE.

Eso sí, con tres alicientes: los combates son de la gira por España, Andrés Montes es uno de los comentaristas y entre sus luchadores está El Último Guerrero, con más años que vergüenza pero todavía con ganas de dar mamporros. Después de estar a punto de salir a leches de verdad con la WWE, la empresa italiana NWE (Nu-Wrestling Evolution) contrató a El Último Guerrero para recibir un “premio” en Madrid y luchar en Barcelona.

La verdad, es el único aliciente que tiene el Power Catch, cuya imagen en nuestro mural del principio es la situada en el centro de la parte derecha. El resto es lo mismo que la WWE pero con muchos más saltitos y volteretas, menos verosimilitud y luchadores con poco carisma (entre ellos, un enano mexicano o Kishi, el hermano en la vida real de Umaga y primo de La Roca). Eso sí, lo ponen los fines de semana a las 9:30. Prontito, para que no lo vean los niños…

Y ya terminamos este post con una nueva vuelta a nuestras pantallas, que si bien tiene leches a pares, éstas son un poco más de verdad: Gladiadores Siglo XXI. De la mano de Cuatro (quién si no) volvemos a disfrutar de las pruebas tipo Grand Prix pero a lo bestia.

Realmente hay pocas diferencias con el programa de antaño: los trajes ya no son de color azul y rojo americano, sino plateado americano; los gladiadores están un pelín más musculados y hay un poco más de espectáculo en las presentaciones. Además, cuentan con presentadores de lujo: Hulk Hogan, el luchador de wrestling más conocido de todos los tiempos, y Laila Alí, la hija de uno de los boxeadores más conocidos del mundo.

Después de esto recuerdo con nostalgia mis muñecos de Gladiadores Americanos de Nitro y Gemini, con las mazas y la cuerda deslizadora aquella. Y aquel juego de la SEGA que nunca comprendí muy bien. Y mis desaparecidos muñecos de Pressing Catch. Bendita infancia…

Y después de tanta leche junta y algún que otro lamento lacrimógeno, una advertencia-obligación destinada especialmente al público infantil:

¿Alguien se cree que este mensaje vale para algo? Hay luchadores que hasta reconocen que ellos se lo pasaban por ciertas partes de su cuerpo cuando eran niños. Al final, el mejor antídoto será cuando los niños se partan la pierna por hacer el bestia. Avisados quedáis todos.

P.D.: Empecé este post con la envida y he acabado con la nostalgia. Iba a tratar de varios tipos de programas y al final sólo me he centrado en uno. Nunca creí que me iba a salir un post tan largo y toma moreno. Sí, los caminos del Señor son inescrutables.